#ElPerúQueQueremos

Cogoteado por el Estado. Arana es llevado hacia la Comisaría de la ciudad de Cajamarca frente a centenares de manifestantes.

No me pegues, no me cogotees.

Publicado: 2012-07-05

Ayer viendo las imágenes de la detención del ex sacerdote Marco Arana en la plaza de Armas de Cajamarca, me evocó inmediatamente a los años de golpe y autoritarismo de los setentas. Aunque no comparto la posición de Arana, ni del presidente regional de Cajamarca en contra del desarrollo de la minería formal, tampoco apruebo la violenta detención de un líder como cual delincuente arrastrado y humillado frente a la población, peor aún cuando este se muestra tranquilo y sentado en una banca pública a manera de legitima protesta.

La imagen de Arana, más enaltecida después de su liberación con ocho estudiantes cajamarquinos hoy a horas de la mañana, volverá con mayor fuerza producto de la victimización generada por el cuerpo policial. El icono de la resistencia en la defensa de Conga, seguramente sabrá aprovechar esta ventaja y con mayor apoyo a su favor hará la imagen del héroe liberto. Seguramente con la frase "No me pegues".

La Policía Nacional aún muestra una gran carencia psicológica y táctica a la hora de abordar problemas de esta naturaleza que aún no toman en cuenta a las herramientas de difusión inmediata como las redes sociales que evidencian cualquier tipo de hecho ya sea positivo o negativo. Muerto el perro, muerto la rabia, funcionaba mejor cuando no existía el testimonio audiovisual en internet. Solo a pocos minutos de ocurrido el hecho ya tenía las imágenes en mi red social de Facebook y lo que vi fue un flagrante acto de matonería y atropello, por primera vez quise que Arana gane la protesta.  La verdad es que no hubieron motivos para que sea tratado de esa manera.

A la espera de la soldadezca romana hacia la crucificción. ¿Acaso esto es lo que esperaba Marco Arana?

Lo que ha hecho el Gobierno ayer, a través de la Policía Nacional es avivar el caldo de cultivo de reaccionarios en una zona (como en muchas otras del país) en las que promesas electoreras quedaron en buenas voluntades y no en hechos y, una población insatisfecha sobre todo. ¿De quién es la culpa entonces?.

Solo me queda decir que Arana ha ganado esta batalla y que el Estado debería mejorar su estrategia para la resolución de problemas de índole social. Pero también me parece que es este el momento que el ex religioso esperaba para enaltecer su imagen. He dicho.


Escrito por

Marlon Rodríguez

Periodista y consultor en estrategias de comunicación y "opinólogo metiche" en lo que dice conocer.


Publicado en

malremedio

Sin panaceas, ni moralejas